MUSEO ANTIGUO
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MUSEO ANTIGUO
El Museo Antiguo, diseñado en 1823 y terminado en 1830 por Karl Friedrich Schinkel (1781-1841), el más famoso arquitecto del Neoclasicismo alemán, es una de las obras arquitectónicas más importantes del Clasicismo en Berlín. La arquitectura del edificio, erigido en un terreno pantanoso sobre más de 3.000 palos de madera, se basa en el tipo de construcción de la Estoa Griega, con 18 columnas jónicas en su fachada frontal. En este caso, dicha estoa no debía proteger a los filósofos del sol, sino a los hombres beneméritos de Berlín de las inclemencias del tiempo.
El edificio de cuatro alas y altos techos, posee una rotonda en su parte central basada en el Panteón de Roma. Fue el primer museo abierto al público de Berlín en 1830, en cuyo interior se expuso la colección de Arte Antiguo en su parte baja y la Colección de Pinturas en su parte alta.
Durante la Segunda Guerra Mundial, quedó prácticamente destruido, volviendo a ser reconstruido en 1996.
La Colección de Arte Antiguo del Altes Museum la comenzaron los Electores de Brandemburgo, quienes compraron al arqueólogo romano G.P.Bellori una pequeña colección de objetos antiguos en 1698. Posteriormente, Federico II continuó adquiriendo una colección de joyas de primera clase. Aconsejado por los Académicos, Federico Guillermo III decide convertir estas colecciones en públicas, encargando la construcción del Museo Antiguo, donde aún hoy en día se puede disfrutar de bronces, esculturas y metales preciosos de dichas colecciones.
Como muchas colecciones de arte en Berlín, en ocasiones éstas han sido separadas en diferentes museos, especialmente tras la Segunda Guerra Mundial y, en este caso, parte de estas colecciones se pueden apreciar también el Museo Pérgamo y el Palacio de Charlottenburg.
En un futuro cercano, se prevé para este museo la presentación de una nueva colección de arte etrusco.
Una de las esculturas más importantes del museo es la figura de arcilla "Afrodita", la Diosa del Amor, que se muestra con una provocativa sensualidad con un paño que se desliza por el hombro y deja entrever parte de su pecho. El delicado equilibrio entre la su cuerpo y la prenda, así como el complicado movimiento de la figura, la convierten en toda una obra maestra de la antigua escultura de arcilla –incluso a pesar de que la espalda se halla mucho menos trabajada que la vista frontal.
Otra de las obras a destacar es el "César Verde", del Siglo I a.C. Su nombre proviene del material del que está hecho: esquisto verde, el cual es poco común para este tipo de piezas, en las que solía usarse más frecuentemente el bronce o el mármol. Sin embargo, dicho material hace a esta pieza aún más especial y resistente, muy en consonancia con lo que representa: el Dictador Julio César debía ser representado con un componente superior, un retrato que mostrase su autoridad, fuerza, energía y vigor. Resaltan especialmente sus ojos de mármol, los cuales no se sabe con certeza si fueron adheridos en una época posterior.