MUSEO BODE
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MUSEO BODE
El mismo Emperador Guillermo II se encargó de supervisar personalmente el trabajo del arquitecto Ernst Eberhard, dando como resultado una de las piezas arquitectónicas del "Barroco Guillermino" más famosas: el edificio del Museo Bode.
Construido en la parte norte de la Isla de los Museos, se le conoció hasta 1956 con el nombre de su predecesor, Wilhelm von Bode, quien propuso varias reformas en su interior para exponer sus objetos más innovadores, los cuales dispuso en cada una de sus habitaciones de forma cronológica. Para sus figuras religiosas, moldeó en el centro la Basílica religiosa de la Iglesia San Salvatore al Monte, del Renacimiento Florentino Tardío.
Durante la Segunda Guerra Mundial, sufrió severos daños, siendo reconstruido el edificio en los años 50. En el 2006, tuvo lugar su última reforma, dando lugar al Museo que hoy en día podemos apreciar.
El foco central de la Colección de Esculturas del Museo Bode perteneció a la Cámara de Arte Prusiano que se hallaba en el Palacio Berlinés (Berliner Schloss). Dicha colección se comenzó a realizar desde principios del Siglo XVII.
En un principio, cuando Schinkel creó el Altes Museum, el primero de la Isla, se trasladaron allí muchas de estas esculturas, como las de la Familia Della Robbia. Éstas han ido siendo trasladadas a diferentes edificios, así como ampliando la colección. En un principio, separando las obras escultóricas de las pictóricas, así como de los elementos decorativos.
Fue idea del propio Emperador, la de colocar todas las obras de una misma época, independientemente de su naturaleza y materiales, juntas en una misma sala. Y para dicha exposición, las llevó al Museo Bode.
Allí se halla el grupo escultórico "Anna y sus tres hombres", el cual fue adquirido recientemente tras haber pasado por los Museos Victoria y Albert (en Londres), así como el Museo de Stuttgart, para completar una de las creaciones más destacadas de Tilman Riemenschneider: una impresionante obra tallada de la Sagrada Parentela de casi cuatro metros de ancho.
Otra de las obras que llaman la atención dentro del museo es el virtuosismo que refleja el grupo de figuras de "El pecado original de Adán y Eva", el cual, en contraste con las formas habituales de representación de este tema, éste omite tanto la reproducción de la serpiente, como el árbol.
La "Madonna" fue probablemente creada en nombre del abad del monasterio de los Camaldulenses en Borgo San Sepulcro, Arezzo. Es toda una obra maestra del Románico Europeo. La morfogénesis dura y tensa en la mayor parte de su figura, así como las formas del cuerpo superdesarrolladas, la frontalidad estricta y su orientación bizantina, así como los fuertes pliegues geometrizados de las prendas, generan una visualización hipnotizante de la que difícilmente se puede escapar.
La gracia de sus movimientos, la noble expresión de su rostro, el peinado de moda y no menos importante, el esplendor de su ropa, hacen que la figura escultórica "María" se salga de lo corriente. Sin embargo, la identidad de esta escultura no se ha podido esclarecer por completo hasta nuestros días, pues además de lo citado, sus ojos, así como el diseño basal en forma de nubes mirando hacia abajo, indican por otra parte, una fijación hacia lo Divino.
La escultura casi de tamaño natural de mármol fue creada en nombre del embajador ruso en Viena, el Conde Andrej Razumowskij, de Antonio Canova. En grácil movimiento, aparentemente sin peso, gira "La Bailarina" sobre una de sus piernas mientras alza elegantemente sus manos sosteniendo unos platillos.
Con "El retrato de un hombre joven" Bandinelli demostró su alto nivel como artista. Con este retrato Bandinelli crea un antes y un después en su carrera como escultor, en evidente conflicto con el David de Miguel Ángel, es un trabajo completamente admirable, algo directamente comparable tanto al arte de la Antigüedad como al futuro de la época.
En el año 2000 se fusionó la Colección de Esculturas con el Museo de Arte Bizantino. Ambas colecciones forman desde 2006 parte del Museo Bode. La exposición de Arte Bizantino consta de un gran número de objetos y piezas arquitectónicas de diversas regiones de Italia, Grecia, Siria, Egipto y Turquía de la Época de Constantino El Grande, hasta la Conquista Otomana de Constantinopla en 1493. También incluyendo sarcófagos cristianos de Roma, esculturas de Constantinopla, marfiles y antiguos primeros objetos cotidianos bizantinos de Egipto.
La tradición de coleccionar piezas históricas y artísticas de los Príncipes Electores de Brandemburgo de nuevo se aprecia en la Colección de Numismática del Museo Bode, la cual fue iniciada por éstos en 1649 y contiene monedas de Asia Menor del Siglo VII a.C; del Imperio Romano; de la Edad Media; así como una nueva colección de monedas y medallas históricas que se ha continuado realizando en el Siglo XXI.